a Polanski
Sesión fotográfica a
los trece años
Los
libros erguidos en el abrazo
desnudando
su edad.
Su
rostro,
un
flashazo eterno
en
la edad en que todo lo es;
en
que su cuerpo
¿una
promesa?,
¿un
después?
La
felicidad
son
esos años en que nada se ha perdido,
en
que la copa permanece colmada
y
burbujeante, rubia frente a mis ojos.
Voltea
-con mi voz más íntima le digo.
Y
antes de alejarse para siempre,
ella
surge revelando un instante
que
va más allá de su mirada,
de
esa sonrisa que interroga
teniendo
todas las respuestas;
más
allá del blanco y negro
de
la película,
la
composición,
la
fotografía…
Todo
es superfluo menos la avidez
con
que mis dedos aprietan y disparan
aprietan
y disparan…
acercándome
más
-apretando y disparando-,
cada
vez más
a lo que deseo.