sábado, 8 de diciembre de 2012

1 DE DICIEMBRE. POR MI RAZA HABLARÁ...


Mi obligación es dar educación al pueblo. Llevarlo rectamente por la senda del bienestar común. Lo que el país necesita es mano firme para que podamos, todos juntos, alcanzar las metas que el tiempo nos exige.

Querían apoyo a la educación, intercambios estudiantiles. Allí van unas centenas de granaderos a CU, para intercambiarlos por algunos estudiantes y que conozcan nuestro bunker. La policía en Ciudad Universitaria está para que los cuiden, para que los encaminen a sus clasecitas, para que se sientan protegidos. La libertad será prioritaria en mi gobierno y para ello toda la ayuda de la que disponga será poca para democratizar un país tan apaleado y amordazado.

La cultura será otra de mis prioridades. Como ya vieron mi primera acción fue el apoyo a la dramaturgia y por ello mi interés en los hombres de teatro, en particular con el colegio de Letras Dramáticas. Lo que busco es que se comprometan con su papel, que las lágrimas sean creíbles, que el dolor, la sangre no se vea falsa. Lo que busco es que el teatro, una de las siete musas, nos haga sentir a través de sus cuerpos la explosión, la famosa catarcrisis que tanto mentaba el filósofo romano, Sócrates. En un libro que leí y que cita otro libro famoso que tengo a bien resguardo en mi casa.

Todos necesitamos una catacrixis, una expiación y la mía, la que ofreceré en mi sexenio será a través de las artes. Por ello uno de mis compromisos será, con ayuda de un equipo especializado integrado por: Monseñor, Felipe Castu Mochi; la directora de Juventudes cristianas y de la casa de la roca y el agua: Virginia Columba Pura; y mi esposa, la primera dama, especialista en arte dramático; seleccionar qué obras teatrales y películas y espectáculos son dignos para el pueblo de México.

Lo que mi gobierno busca es curarnos de tanto odio, de tantas arbitrariedades y por ello la violencia tendrá un nuevo cause en mi gobierno, pues será parte consustancial para la formación de nuevas generaciones, para sanar tanta inconformidad, tanto grito, tanto odio que lo único que han hecho ha sido despeinarnos. La misión de este gobierno será unificar al país. Las rupturas, los puntos de vista contradictorios serán cosa del pasado.

México necesita retomar el cause hacia la democratización que se ha ido perdiendo sobre todo, y es lamentable, en las casas de estudio. La educación parece haber retrocedido hacia un estado de barbarie. Mi misión es devolverle su brillo, quitarle todo el óxido que la ha ido carcomiendo a lo largo del tiempo, por ello haremos algunas visitas para estar más de cerca con los futuros gobernantes de este país y poder sanear sus, nuestras universidades.

Una acción concreta será que en los puntos de reunión de cada facultad se establezcan otros tantos de control donde la fuerza pública, oportunamente, pueda ayudar al universitario en caso de que su libertad de expresión quede maniatada por sujetos ajenos a todo procedimiento democrático y universitario. También se instalarán cámaras en los salones y en los pasillos, no importa el gasto, para salvaguardar la integridad del conocimiento.

Por tal motivo, la violencia no estará fuera de la ley, al contrario la pondré a la disposición de todos los mexicanos. Pero un bien no se puede dejar así a la buena de dios, por ende, el único que la podrá administrar será el gobierno con total apego a la ley y al bienestar civil.

El primero de diciembre fue una muestra del interés que tengo en México, del cambio que busco y que merece el país. En vez de que la policía tanto federal, como la del gobierno del DF estuviera a mi alrededor, cuidándome, preferí que lo hicieran con la gente que salió a las calles con motivos de mi toma de protesta. No podía corresponder con menos a tan grata manifestación de júbilo que marchaba por las principales arterias de esta ciudad, que aunque perredista, la he adoptado como mía, claro con la aprobación del jefe de gobierno, porque estamos, jóvenes, en una democracia institucionalizada.

Si hubo algunas detenciones, fue para salvaguardar el bienestar de la mayoría, por ello la fuerza de seguridad pública, siguiendo órdenes precisas, iba protegiendo a los cientos de personas, es falso por supuesto que la mayoría fueran estudiantes, para que esos salvajes, drogadictos, sacrílegos, ateos, esos vándalos, esos destructores de la paz, esos monstruos que casi aniquilan el patrimonio de la nación, de todos nosotros no les hicieran daño a tantas familias y niños que iban con la frente en alto en espera de un mejor futuro, que yo, desde mi campaña me comprometí en dárselos y si así no lo hiciese que el pueblo y la Revolución…

Termino este pequeño informe, con un agridulce sabor de boca. Me duele México y más al ver la anarquía de esta juventud descarriada, que no entiende de razones, pero nadie dijo que gobernar fuera fácil, como tampoco lo fue tomar este tipo de decisiones con los detenidos, todo dentro del cause de la más estricta legalidad y conforme a derecho. Pero confío que nuestro sistema penitenciario pueda dar educación y cultura y la ternura que les hace falta a esas “almas descarriadas” para que muy pronto, en cuanto terminen de cumplir su justa condena, retornen a la vida pública, llenos de esperanza y fe en su país, nuestro país que también los necesita para que juntos salgamos adelante. 

Muchas gracias.

1 comentario:

  1. Un texto plausibilísimo, señor presidente, ha sacado usted una estrellita de oro desde el primer día, que ha sido tan brillante como su copete o las (disculpe usted) nalgas desnudas de la primera dama. Tenemos fe en su gobierno, en su mano firme de muñeco mattel y en la unidad de la gran familia mexicana, que el chaparro que acaba de salir no supo unificar. Y duro con esos vándalos, enséñeles como a los de Atenco lo que es ser gente de bien.
    Es un gran texto satírico,vago, deberías publicarlo en algún otro medio,¿ o te da miedo embarrar tan joven tu reputación, españolito?

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