viernes, 26 de marzo de 2010

LA SOMBRA SIN FILO


La rajada fue lo de menos, el tajo no tenía otro sentido más que el daño, hecho tan monótono. Lo interesante fue sentir la carne deshebrándose, la sangre mordiendo el metal buscando una materia más sólida donde refugiarse, fue ver la vida pintando de violencia mi guayabera amarilla y la noche buscando su lugar en ese cuadro tan clissé.


La sangre perdió su rutina y enloqueció; brillo un segundo entre mi carne desfigurada, en el aire empujado por la navaja; el viento se oxido un segundo, tal vez menos, después, todo fue a parar al olvido, todo: la tajada, las dos patadas, la huída; tanto, que siento que de otro es este brazo que no termino por acariciar, por aceptar como mío. Me duele pasar mi tacto por la herida y no a causa del dolor en sí, sino por el recuerdo, por esta rajada que niego y que me hace ya otro en un instante. Soy un antes y un después tan certero, tan definitivo, soy una fecha precisa en que dejé de ser una continuación en el espacio para ser una ruptura, una línea cortando la armonía del tiempo.


No fue odio porque para odiar se necesita tener el buche caliente y para ello se requiere tiempo. No, no era odio, el odio lo puedo entender. Tampoco era algo instintivo, no había la necesidad de la conservación; era algo que está por debajo, en el subsuelo del hombre, en lo que aplastamos con la suela del zapato sin sentirlo siquiera; parecido a la justicia de dios: arbitraria, azarosa; pero tan vulgar que nada tiene que ver con lo otro, con lo divino. Temeridad sí pero sobre todo ignorancia, ignorancia de uno mismo que nos hace insensibles, nos niega al mismo tiempo que negamos al otro.


Un animal, al igual que el hombre, siente, pero ¿qué pasa cuando dejamos de sentir?, ¿podemos dejar de hacerlo? ¿Sentir es un proceso de aprendizaje? No quiero recordar la Historia pero qué triste es este querer negar el pasado, la insensibilidad desgraciadamente no es nueva… Y esa frase: pienso luego existo, ¿estará de verdad tan alejada del siento luego existo? Si me pienso me siento, si me siento me pienso.
No puedo desligarme de mí, no puedo separar dos lados de una misma moneda sino sería un animal empobrecido, una navaja que sostiene una sombra, un brazo que ignora que empuña su propia muerte; pues morir no es sólo un acto físico sino sensitivo e intelectivo, es un acto no sólo proyectado en el futuro ni un sepultar en el pasado; la muerte es un dejar de ser en movimiento, es respirar y no sentir el peso del aire estrangulando las palabras, es no ver nuestra sombra en los senos de una mujer, es negar a todos aquellos que nos habitan y podrían habitarnos.


Morir es negarse a ser, a descubrirse, a verse como potencia en el acto y para el acto, a ver en el otro una mirada más de nosotros mismos, un rostro que no teníamos, un gesto que ignorábamos; algo de nosotros se queda en el otro pero también algo nos obsequia. La expresión de nuestra interioridad únicamente se plasma en el exterior; en el interior sí, se gesta y se vive pero de una forma amordazada; la mordaza cae sólo hacia fuera, somos tanto en el otro, en lo otro como en nosotros mismos.


Podría estar muerto, la muerte es la única posibilidad que se cumple cabalmente en el tiempo; pero morir no es desaparecer, mi cadáver aún supuraría, aún anegaría los sentidos quizá de dos o tres personas a las cuales he marcado y de mí quedaría algo en alguien; no moriría del todo, algo me sobreviviría.
Pero esa mano, ese nombre que nunca conoceré, ese rostro que se ha negado a saberse, a ser algo más que un azaroso navajazo; que ha vivido mutilado sin saberlo siquiera pues vive cercenado en la ignorancia de sí mismo; ése, ése ha perdido y seguirá perdiendo más de lo que yo pudiera llegar a perder, pues ignora lo muerto que está.

3 comentarios:

  1. Tus palabras son todo un portento.

    Gracias por compartir.

    Por ahora sólo nos queda S E R

    Un abrazo : )

    ResponderEliminar
  2. Maestro si vas a escribir así cada vez que te asalten que te asalten más seguido ajajaja; es broma, qué culeros y tú culero y medio ajaja, pero bueno al menos no te pasó nada en los dedos eso sería una grave pérdida. Te quedó chingón.
    Por cierto no mames, no que habías estudiado letras, esto es muy filosófico cabrón, deja lo mastico. Sin albur ogt...

    Leónidas

    ResponderEliminar
  3. muiprofundo kbn ksgas frevr asiiiiii iiiloooooyuuuuuuu.

    F.I.T...

    ResponderEliminar